miércoles, 8 de septiembre de 2010

Carta de nuestro Padre


Las palabras que vas a leer son verdaderas. Cambiarán tu vida si las aceptas porque proceden del corazón del Padre. Él te ama y es el Padre que te has buscado toda la vida. Esta es su carta de amor para ti.

Es probable que no me conozcas, pero yo te conozco perfectamente bien. Sé cuando te sientas y cuando te levantas. Todos tus caminos me son conocidos. Pues aún tus cabellos están todos contados. Porque fuiste creado a mi imagen. En mi vives, te mueves y eres. Porque linaje mío eres. Antes que te formase en el vientre, te conocí. Fuiste predestinado conforme a mi propósito. No fuiste un error. En mi libro estaban escritos tus días. Yo determiné el momento exacto de tu nacimiento y donde vivirías. Tu creación fue maravillosa Te hice en el vientre de tu madre. Te saqué de las entrañas de tu madre He sido mal representado por aquellos que no me conocen. No estoy enojado ni distante de ti; soy la manifestación perfecta del amor. Deseo derramar mi amor sobre ti.
Simplemente porque eres mi hijo y yo soy tu padre. Te ofrezco mucho más de lo que te podría dar tu padre terrenal. Porque soy el Padre perfecto. Toda buena dádiva que recibes viene de mí. Porque yo soy tu proveedor que suple tus necesidades. Mi plan para tu futuro está lleno de esperanza. Porque te amo con amor eterno. Mis pensamientos sobre ti se multiplican más que arena en la orilla del mar. Y me regocijo sobre ti con cánticos. Nunca me volveré atrás de hacerte bien. Tú eres mi especial tesoro. Deseo afirmarte de todo mi corazón y de toda mi alma. Y te quiero enseñar cosas grandes y ocultas que tú no conoces. Me hallarás, si mi buscas de todo corazón. Deléitate en m í y te concederé las peticiones de tu corazón. Porque yo produzco tus deseos. Yo puedo hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pides o entiendes. Porque yo soy quien más te alienta. Soy también el Padre que te consuela en todos tus problemas. Cuando tu corazón está quebrantado, yo estoy cerca a ti. Como el pastor lleva en sus brazos a un cordero, yo te llevo cerca de mi corazón. Un día enjugaré toda lágrima de tus ojos. Y quitaré todo el dolor que has sufrido en esta tierra. Yo soy tu Padre, y te he amado como a mi hijo, Jesucristo. Porque te he dado a conocer mi amor en Jesús. Él es la imagen misma de mi sustancia. Él vino a demostrar que yo estoy por ti y no contra ti. Y para decirte que no tomaré en cuenta tus pecados. Porque Jesús murió para reconciliarnos. Su muerte fue mi máxima expresión de amor por ti. Entregué todo lo que amaba para ganar tu amor. Si recibes el regalo de mi Hijo Jesucristo, me recibes a mí. Y nada te podrá volver a separar de mi amor. Vuelve a casa y participa en la fiesta más grande que el Cielo ha celebrado. Siempre he sido y por siempre seré Padre. Mi pregunta es... ¿Quieres ser mi hijo?


Con amor, tu Padre

Dios Todopoderoso.



No hay comentarios:

Publicar un comentario