miércoles, 13 de agosto de 2014

CUANDO TENGAS UN PROBLEMA, SERÉNATE

CUANDO TENGAS UN PROBLEMA, SERÉNATE


La inquietud, la agitación, la perturbación, crean las peores condiciones para la actividad del pensamiento. Por eso, cuando tengas que resolver un problema, cuando tengas que tomar una decisión importante, empieza por serenarte. Has el silencio en ti y trata de proyectarte lo más arriba posible dentro de ti mismo, porque es arriba donde se encuentra la luz. Cuando sientas que has logrado alcanzar una especie de cima, pregunta sobre lo que te preocupa y espera… La respuesta te empezará a llegar más o menos claramente; quizá no sea más que una vaga impresión, difícil de interpretar, pero ya será un indicio. Así que, no abandones. Vuelve a empezar tantas veces como sea necesario, plantéate de nuevo la pregunta: pronto sentirás una claridad, una certeza, y entonces, se acabaron las dudas, sabrás cómo debes actuar.


La luz en el intelecto, el calor en el corazón y una voluntad libre: si cumples estas tres condiciones, siempre encontraras las mejores respuestas a las preguntas que haces y tomaras las buenas decisiones.”