martes, 31 de agosto de 2010

Cerrando Círculos



Siempre es preciso saber cuándo se acaba una etapa de la vida. Si insistes en permanecer en ella más allá del tiempo necesario, pierdes la alegría y el sentido del resto. Cerrando círculos, o cerrando puertas, o cerrando capítulos, como quieras llamarlo. Lo importante es poder cerrarlos, y dejar ir momentos de la vida que se van clausurando.

¿Terminó tu trabajo?, ¿Se acabó tu relación?, ¿Ya no vives más en esa casa?, ¿Debes irte de viaje?, ¿La relación se acabó? Puedes pasarte mucho tiempo de tu presente "revolcándote" en los por qué, en devolver el cassette y tratar de entender por qué sucedió tal o cual hecho. El desgaste va a ser infinito, porque en la vida, tú, yo, tu amigo, tus hijos, tus hermanos, todos y todas estamos encaminados hacia ir cerrando capítulos, ir dando vuelta a la hoja, a terminar con etapas, o con momentos de la vida y seguir adelante.

No podemos estar en el presente añorando el pasado. Ni siquiera preguntándonos por qué. Lo que sucedió, sucedió, y hay que soltarlo, hay que desprenderse. No podemos ser niños eternos, ni adolescentes tardíos, ni empleados de empresas inexistentes, ni tener vínculos con quien no quiere estar vinculado a nosotros. ¡Los hechos pasan y hay que dejarlos ir!
Por eso, a veces es tan importante destruir recuerdos, regalar presentes, cambiar de casa, romper papeles, tirar documentos, y vender o regalar libros.

Los cambios externos pueden simbolizar procesos interiores de superación.

Dejar ir, soltar, desprenderse. En la vida nadie juega con las cartas marcadas, y hay que aprender a perder y a ganar. Hay que dejar ir, hay que dar vuelta a la hoja, hay que vivir sólo lo que tenemos en el presente…

El pasado ya pasó. No esperes que te lo devuelvan, no esperes que te reconozcan, no esperes que alguna vez se den cuenta de quién eres tú… Suelta el resentimiento. El prender "tu televisor personal" para darle y darle al asunto, lo único que consigue es dañarte lentamente, envenenarte y amargarte.

La vida está para adelante, nunca para atrás. Si andas por la vida dejando "puertas abiertas" por si acaso, nunca podrás desprenderte ni vivir lo de hoy con satisfacción. ¿Noviazgos o amistades que no clausuran?, ¿Posibilidades de regresar? (¿a qué?), ¿Necesidad de aclaraciones? , ¿Palabras que no se dijeron?, ¿Silencios que lo invadieron? Si puedes enfrentarlos ya y ahora, hazlo, si no, déjalos ir, cierra capítulos. Dite a ti mismo que no, que no vuelven. Pero no por orgullo ni soberbia, sino, porque tú ya no encajas allí en ese lugar, en ese corazón, en esa habitación, en esa casa, en esa oficina, en ese oficio.

Tú ya no eres el mismo que fuiste hace dos días, hace tres meses, hace un año. Por lo tanto, no hay nada a qué volver. Cierra la puerta, da vuelta a la hoja, cierra el círculo. Ni tú serás el mismo, ni el entorno al que regresas será igual, porque en la vida nada se queda quieto, nada es estático. Es salud mental, amor por ti mismo, desprender lo que ya no está en tu vida.
Recuerda que nada ni nadie es indispensable. Ni una persona, ni un lugar, ni un trabajo. Nada es vital para vivir porque cuando tú viniste a este mundo, llegaste sin ese adhesivo. Por lo tanto, es costumbre vivir pegado a él, y es un trabajo personal aprender a vivir sin él, sin el adhesivo humano o físico que hoy te duele dejar ir.
Es un proceso de aprender a desprenderse y, humanamente se puede lograr, porque te repito: nada ni nadie nos es indispensable. Sólo es costumbre, apego, necesidad. Por eso cierra, clausura, limpia, tira, oxigena, despréndete, sacúdete, suéltate.

Hay muchas palabras para significar salud mental y cualquiera que sea la que escojas, te ayudará. definitivamente a seguir para adelante con tranquilidad. ¡Esa es la vida!


Paulo Coelho

domingo, 1 de agosto de 2010

Transformación de Nuestro Ser.


Transformación de Nuestro Ser.

Nuestro cuerpo es como un piano, suena y vibra al compás de unas notas espirituales que si no se tocan como es debido desafinan nuestra vida, provocando que desentonemos en nuestros actos. Debemos reconocer los sentimientos negativos y eliminarlos para lograr afinar el piano.

· Los Seres Humanos poseemos Inteligencia, Sentimientos y Voluntad, así que estamos capacitados para Pensar, Sentir y Hacer.

· Pero a veces Sentimos y Hacemos, pero no Pensamos.

· Otras veces, Sabemos, Sentimos, pero no Hacemos nada.

· En otras ocasiones, Pensamos y Actuamos, pero no Sentimos.

· Debemos ser coherentes, pensar, sentir y actuar en la misma línea y el mismo propósito y evitar ser incoherentes; pensar una cosa, sentir otra y hacer otra.

· Pensar correcto nos lleva a La Verdad, Sentir lo correcto nos lleva a la Voluntad Divina y el hacer lo correcto nos lleva al Equilibrio y la Armonía.

Vivir en Armonía es vivir completamente en el presente, disfrutando las cosas bellas que nos rodean y sintiendo amor en todas las cosas. De esta manera no temeremos al futuro y dejamos de controlar a los demás por miedo a lo que vendrá y evolucionamos como seres humanos. Si despertamos todos los días sintiendo el amor infinito de Dios, todo tu ser se armoniza con el ritmo de la creación. Enciende tu Llama Interna, actúa según la Voluntad Divina y busca la Armonía a través de la meditación y la auto observación. Pon en lo alto de tu vida a Dios y no a tus miedos.

Confía en Dios y pon en sus manos todo lo que te preocupa, sal a la calle con el mayor escudo protector que es Dios en tu corazón y nada te pasará.

Mirian Fuenmayor

Angeologa